Desde que empecé a coser, no puedo evitar buscar tiendas de telas durante las vacaciones. Bendita paciencia la de Ribi :-). La última vez fue en Francia. Aunque estoy intentando gastar lo que tengo y comprar menos, no me pude resistir y volví con unos cuantos tesoros.
Justo al día siguiente de regresar me encontré con Laura y Anna (
Con mis manitas y
Munna) y como son tan majas aproveché para compartir con ellas una loneta de lo más tropical y veraniega que compré en Brive.
Quedamos en cosernos una bolsa para la playa y hemos terminado haciendo todas el mismo patrón, que, por cierto, es gratuito: la
Railrode Tote de Purl Soho. ¡No os perdáis sus versiones,
aquí y
aquí!
Es fácil de coser. Lleva un bolsillo exterior y las costuras interiores tapadas con bies para que quede bien incluso sin forrar. Yo también le he añadido un bolsillo en el interior. Lo he colocado justo detrás del bolsillo exterior y así no se ve la costura por fuera.
No es una bolsa extra grande, y la podría haber ampliado pero ya me va bien así de tamaño medio. Ya tengo una bolsa handmade mega enorme para cuando vamos a la playa cargados como burros con todos los bártulos, pero me faltaba una más manejable para cuando vamos en plan minimalista, si vamos a andar mucho hasta la playa y nos llevamos solo lo justo. También me ha ido genial para la piscina.
Evidentemente una bolsa tan veraniega requería un vestido playero, y me hice este de piñas, con una tela de punto de camiseta que también compré en Francia. Que cuando
Anna dice sarao yo me lanzo de cabeza, porque ¿quién no necesita piñas en su vida? ¡
#elveranodelapiña mola mil! Así que aprovecho para enlazar vestidito en el
recopilatorio.
El patrón del vestido es también gratuito:
Valerie de Makerist. Es un patrón de camiseta/vestido básico con o sin mangas, de corte entallado.
Las únicas modificaciones han sido ampliar el escote, acortarlo y acabar escote y sisas con vistas en lugar de puño.
¡Me encanta el resultado! Es un vestido súper cómodo para la playa y el camping.
Cómo me gusta la playa. Estuvimos tres días y se hicieron muy muy cortos. Un gustazo ir a pasear por la orilla bien temprano por la mañana cuando aún no hay gente y con esa luz tan bonita.
La verdad es que no hay nada como reconectar con la naturaleza de vez en cuando. Lo necesito. Y además no hay sitio mejor que el mar para zambullirse y escapar del calorazo aunque sea por un rato.
El mar estaba agitadillo estos días y lo hemos pasado bomba saltando olas. Me muero ya de ganas de volver. Nos encanta ir de camping, pero estos días he acabado con cierta indignación. Ese camping era nuestro favorito desde hace muchos años, pero nos lo han llenado de tiendas de esas fijas que les gustarán a muchos y puede que sean muy chulas y muy prácticas (y muy caras para lo que son), pero a mí me matan totalmente la sensación de lo que tendría que ser el camping. Así que nada, vamos a buscar campings de los de toda la vida de los que vienen solo con lo básico: paz, tranquilidad, sombra y lavabos limpios. Es lo único que necesito. A la próxima nos vamos a
El Molino, que también nos encanta y reúne esos requisitos, y además está en una playa preciosa, es barato y con un trato inmejorable.
Reflexiones aparte... hemos disfrutado de la playa. Y me quedo esperando la próxima escapadita.
¡A disfrutar del #veranodelapiña!
Telas: punto de camiseta y loneta compradas en Francia.
Patrones:
Railrode Tote de Purl Soho y
Valerie de Makerist, ambos gratuitos.
Enlaces:
RUMS,
#elveranodelapiña